Visitar el Centre-Val de Loire

Siga los pasos de la dinastía Valois visitando la soberbia ciudad de Amboise, que languidece a orillas del Loira. Le encantarán sus casas antiguas y sus callejuelas sinuosas, que son sólo un anticipo del placer que ofrece su magnífico castillo. Situado en un espolón rocoso, el edificio real combina el poder medieval con las exquisiteces del Renacimiento, del que Amboise fue cuna. La proximidad de Amboise al castillo de Clos-Lucé, residencia del genial inventor Leonardo da Vinci, y al célebre castillo de Chambord, cuyos magníficos jardines formales se encuentran en Blois, a sólo unas decenas de minutos en TER, así lo atestiguan.

Desde Tours, tome la línea TER hasta Orleans. Esta línea serpentea a lo largo del Loira a través de millones de años de historia, pasando por fértiles llanuras, viñedos bañados por el sol, casas trogloditas y castillos renacentistas. En este itinerario, es posible hacer una escala en bicicleta en lugar de en tren si tiene ganas de aire fresco y le fascinan los meandros de este río todavía salvaje. En cualquier caso, no se vaya sin visitar esta ciudad histórica, fundada en el siglo^IV, que ha conservado su casco antiguo. La catedral gótica de Saint-Gatien y el Museo de Bellas Artes merecen una visita, pero lo más destacado es el Prieuré de Saint-Cosme, enclavado en magníficos jardines donde la rosa ocupa un lugar de honor.

Por supuesto, Chartres es famosa por su catedral de Notre-Dame, una de las catedrales góticas más bellas de Francia, y ello se debe en parte al esplendor de sus vidrieras. A tiro de piedra, el Musée du Vitrail (Museo del Vitral) está repleto de piezas antiguas y contemporáneas, que le permitirán conocer mejor las técnicas milenarias de los maestros vidrieros. Sin embargo, Chartres cuenta con muchas otras atracciones, empezando por la Maison Picassiette, un lugar verdaderamente único dedicado al arte de los mosaicos, obra de un artista local llamado Raymond Isidore. Isidore dedicó su vida a construir y decorar su casa y su jardín con restos de cerámica y porcelana que recogía de los vertederos públicos. De ahí su apodo de"pic-assiette", ¡pero eso ya lo habrán adivinado!

A sólo una hora en tren de París, siga los pasos de la heroica Juana de Arco y descubra Orleans, la ciudad mártir liberada del asedio de los ingleses en 1429. Visite la casa en la que Juana de Arco se alojó durante la batalla: ahora cuenta la vida de la "Doncella de Orleans" con todo lujo de detalles. Por supuesto, la ciudad ha cambiado mucho desde entonces. Sin embargo, la ciudad conserva bellas casas antiguas de piedra, agrupadas en torno a su soberbia catedral ^{del siglo XIII}. Deténgase en el Museo de Bellas Artes, que alberga numerosos tesoros, antes de continuar su paseo por las calles medievales que descienden hasta el Loira, con sus muelles bellamente ajardinados.