Visitar la región de Grand-Est

Sede del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa, Estrasburgo ha sido una ciudad pionera desde la Edad Media. Mientras pasea por sus calles cargadas de historia, se dará cuenta de que la ciudad lleva mucho tiempo comprometida con la estética y la protección del medio ambiente. Comience su visita por la catedral de Notre-Dame y sus magníficos frescos, luego pasee por el barrio medieval de la Petite France antes de desviarse hacia el Neustadt, el sorprendente barrio alemán con su arquitectura bien conservada. Visite los numerosos museos de la ciudad y, a continuación, regálese una escapada gastronómica y pruebe algunas de las deliciosas especialidades locales de Alsacia, como el foie gras, el vino, el brandy y el chocolate.

Si busca un paisaje de postal, Colmar es su lugar. Dé un paseo en barco por los canales de la "Pequeña Venecia" y admire la tranquilidad de las casas con entramado de madera, los geranios de los balcones y las fuentes esculpidas que dan fama a la ciudad y le confieren su típico aspecto alsaciano. Pero Colmar es algo más que una parada mágica en la Ruta del Vino de Alsacia. Con la ampliación del museo Unterlinden en 2016, la ciudad del Alto Rin cuenta con un impresionante patrimonio cultural. No deje de visitar otro museo: el dedicado al escultor Auguste Bartholdi, a quien debemos la famosa Estatua de la Libertad.

¿Busca un cambio de aires y naturaleza salvaje? Desde Colmar, tome la línea TER hasta Metzeral y contemple desde su ventana los bonitos pueblos de la Route des Vins, antes de escapar definitivamente a las crestas de los Altos Vosgos. Enclavada en el valle del Fecht, al sur de Alsacia, Munster es una ciudad cargada de cultura e historia, con numerosos monumentos arquitectónicos dignos de admiración. Pero no olvide sus zapatos para caminar. En verano, la ciudad es el punto de partida de numerosas excursiones a pie por los picos redondeados, las laderas escarpadas y los prados alpinos de las hautes chaumes, hogar de los marcaires, los granjeros que tienen la receta del famoso queso de Munster.

¿Qué significa Nancy para usted? ¿La majestuosa plaza Stanislas y su dorado sobre un fondo de cielo azul? ¿Los deliciosos macarrones? ¿Bergamotas cuidadosamente guardadas en sus hermosas latas de hierro? ¿La capital histórica de los duques de Lorena? ¿O la capital del Art Nouveau, que puede verse en cada esquina y tras los escaparates del museo Majorelle? ¿O la famosa cruz de Lorena del duque René II, príncipe mecenas de la ciudad ^{en el siglo XVIII}? Nancy es todo esto y mucho más: animada, tranquila, artística y divertida. La estación es también el punto de partida perfecto para un corto viaje en TER a las salvajes orillas del Mosela, en los alrededores de Metz, y a las fértiles llanuras del Marne, en dirección a Bar-le-Duc.

¿Busca una alternativa espumosa a la famosa ruta del vino de Alsacia? A sólo 45 minutos de París en TGV, la ciudad de Reims es un destino de primera para los amantes del vino. Visite las bodegas de algunas de las mayores y más prestigiosas casas de champán de la ciudad, y sírvase alguna de las 250 millones de botellas que descansan actualmente en sus sótanos. Si no se marea demasiado, aproveche para conocer el rico patrimonio histórico de la ciudad paseando por sus agradables bulevares, protegidos por la catedral de Notre-Dame, lugar de coronación de los monarcas franceses durante siglos y cuya belleza eterna bien merece alzar una copa en su honor.