Visitar la región de Normandie

Moderna, intensamente cultural y cerca del mar, Caen es una ciudad cargada de historia. Antigua residencia de Guillermo el Conquistador, coronado rey de Inglaterra en 1066, es heredera de un prestigioso pasado simbolizado por su vasta ciudadela creada en 1060, así como por sus dos abadías. Para empezar, no dude en recorrer las murallas del castillo, que ofrecen una impresionante vista panorámica de la ciudad. A continuación, continúe su viaje al pasado y a través de los siglos en el Memorial de Caen, ubicado en un antiguo búnker a tiro de piedra de las playas del desembarco del Día D. A lo largo de una rampa inclinada, se evocan, como un descenso a los infiernos, los años de entreguerras, el ascenso del fascismo, la Segunda Guerra Mundial y la batalla de Normandie.

Situada en el estuario del Sena, Honfleur es una delicada y renombrada estación balnearia donde podrá combinar los placeres de la relajación y el descubrimiento. Siga los pasos de los pintores impresionistas en el barrio del Vieux Bassin, repleto de casas con tejados de pizarra de los siglos ^XVI al ^XVIII que inspiraron a pintores como Eugène Boudin, natural de la ciudad, Gustave Courbet y Claude Monet.

Eche un vistazo también a la iglesia de Sainte-Catherine, ^{del siglo XV}, con su asombrosa estructura abovedada de madera construida por los trabajadores de los astilleros. Por último, disfrute del aire marino en las playas de arena que rodean la ciudad. A menos que le apetezca aventurarse por las rutas de senderismo de los alrededores.

Descubra esta ciudad medieval y episcopal, cuyos monumentos se salvaron milagrosamente de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. La capital de la región de Bessin destaca especialmente por su suntuosa catedral de Notre-Dame de Bayeux, construida en estilo románico y gótico normando y declarada monumento histórico en 1862. Durante siglos, este imponente edificio religioso ha conservado el famoso tapiz de Bayeux, el otro orgullo de la ciudad, que ahora se expone en el Centro Guillermo el Conquistador. Realizado en el ^siglo XI y de casi 70 metros de largo, este bordado gigante narra la conquista normanda de Inglaterra y su victoria sobre el rey Harold. Reconocido como el mayor cómic del mundo, figura desde 2007 en el registro internacional "Memoria del Mundo" de la UNESCO.

Monte-Carlo no es la única que tiene su propia roca. Granville también puede enorgullecerse de este privilegio, que le ha valido el apodo a la antigua ciudad corsaria, fortificada por los ingleses en el siglo ^XV. Por lo demás, este antiguo puerto bacaladero es desde el ^siglo XIX una estación balnearia de referencia en la costa del Canal de la Mancha, así como un centro de talasoterapia donde reponer fuerzas. Aproveche sus hermosas playas de arena, su piscina de agua de mar y sus numerosas actividades, que la convierten en un destino muy agradable durante el verano.

Sobre todo, si tiene piernas de mar, no dude en zarpar en un velero tradicional hacia las islas Chausey. Hay más de 350 islotes en marea baja, pero sólo la isla principal está habitada y es accesible a los turistas.

El Mont-Saint-Michel, el lugar turístico más popular de la región, atrae cada año a más de dos millones y medio de visitantes. Desde la Guerra de los Cien Años hasta la Revolución Francesa, esta roca atemporal le hará retroceder a través de los siglos mientras sube los 350 escalones que conducen a su magnífica abadía, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1862. El Mont-Saint-Michel ha sido lugar de peregrinación, fortaleza de guerra, prisión revolucionaria y fuente de inspiración de numerosos artistas. Seguirá despertando su imaginación... Los más aventureros también pueden aventurarse en su bahía, con fama de peligrosa por las arenas movedizas, siempre que contraten a un guía jurado.